PORQUÉ ES NECESARIO UN TREN DEL CUSCO Y EL MACRO SUR.
En el Perú y en América Latina, se esta desarrollando una reubicación o recomposición económica, política, productiva, territorial, comercial y energética, entre ellas el transporte como uno de los pilares de estos cambios en el nuevo horizonte mundial.
El anunciado Tren Bio amazónico entre China y Brasil es parte de esa tendencia; las rutas de ese proyecto fueron y siguen siendo un espacio en disputa; inicialmente el proyecto era Brasil, Argentina, Bolivia y Chile; sin embargo con el Puerto de Chancay se ha modificado la ruta, priorizando la salida por el Perú, ahora el debate en el país si es por la ruta por Pucallpa o por el Macro Sur en este caso Cusco como parte del nuevo diseño; lamentablemente ni el Gobierno Nacional y tampoco el GORE tiene una posición al respecto.
En el Macro Sur existe un sistema ferroviario instalado: Cusco, Puno y Arequipa, concesionado por el fujimorismo a la empresa que administra las rieles y la otra los trenes o coches, ambos teniendo como socio principal a López Aliaga y otros.
Por razones de rentabilidad, la ruta Cusco-Machupicchu es la que funciona y es la operativa, como dicen la carnecita entre los huesos, en cambio la ruta Cusco-Puno-Arequipa se encuentra totalmente subutilizada y abandonada; no tiene servicios sociales de pasajeros, demostrando que no hay interés y menos compromiso con una mejoría y modernización de dichos servicios.
Sin embargo como China ha entrado en América Latina y Perú en la disputa; desde los EEUU existe la orden de paralizar y enfrentar el proyecto ferroviario nuevo; por estas razones es que aparecieron los trenes chatarras como supuestamente obsequios, pero que en realidad son compras hechas desde la Municipalidad sin los expedientes, y convocatorias licitaciones que debe tener una inversión de esta naturaleza; como Porky cree que está en su chacra ahora incluso publicita y ofrece, supuestamente un tren de cercanía de Urcos a Cusco, con esas máquinas inservibles.
El tema del tren en el Macro Sur no es nuevo en el debate. Debe ser retomado con seriedad y responsabilidad por las autoridades, instituciones y organizaciones. No se puede seguir permitiendo la insensibilidad empresarial de FETRAN, que abandonó la reconstrucción de la vía de Machupicchu a Quillabamba después de que un huayco destruyera las líneas férreas hace más de tres décadas.
El nuevo escenario económico y productivo ha vuelto al transporte seguro, económico, ambientalmente responsable, masivo y veloz, con los trenes eléctricos, dejando de lado y reemplazando a los trenes diésel, así se vienen modernizando los trenes en México, Ecuador, Chile, entre otros.
Desde el lado de la integración regional y macro regional el Cusco se encuentra altamente fragmentada territorial y económicamente. La Convención respecto al Cusco solo tiene la carretera costosa y técnicamente peligrosa, por cuya razón la salida a mercados de sus productos es costoso; provincias altas camina por su lado y su salida económica y productiva es hacia Imata en Puno y Arequipa; la vía Cusco - Puno totalmente saturada por la cantidad de carros, en tanto que no hay un transporte masivo, económico y seguro como era antes el tren.
El uso de la electricidad generada por las plantas térmicas del Gasoducto Sur Andino, precisamente debe apuntar a constituirse en la plataforma energética del nuevo tren, para abaratar los costos y reemplazar el diésel por la energía eléctrica, como lo hacen todos los trenes modernos en Europa, Asia, entre otros.
El Cusco como CIUDAD METROPOLITANA en desarrollo, para superar su actual colapso del transporte público, el caos en el desarrollo urbano, el alto centralismo respecto a las provincias circundantes, la necesidad de tener una ciudad limpia ambientalmente, la necesidad de defender la ciudad patrimonio de la tugurización, necesita UN TREN METROPOLITANO SUBTERRANEO, como tienen todas las capitales y centros mundiales como Paris, Roma, Moscú, México y recientemente Quito en Ecuador; la solución del Cusco no pasa por señalización de rutas u horarios, eso esta colapsado y saturado, se requiere una solución de fondo.
No haber construido el METRO EN LIMA oportunamente, cuando en Buenos Aires existe hace más de 100 años y en Santiago de Chile hace más de 50 años, así como en todas las capitales de América Latina, termino por destruir la ciudad y ahora resulta más caro y técnicamente cada más complicado construir ese sistema de transporte; el Cusco no debe repetir ese tremendo error estratégico, estamos a tiempo de salvar a nuestra ciudad. Algunos dicen que es mejor un cableado de teleféricos como en la Paz - Bolivia, pero no entienden que eso no es posible en Cusco, por su condición de ciudad Patrimonio Cultural, que tiene un conjunto de bienes que no se pueden ser superpuestos por cableado y cabinas.
Necesitamos una mirada estratégica, avanzar hacia un SISTEMA REGIONAL Y MODERNO DEL TRANSPORTE FERREO; ampliando la línea hasta Kepashiato el centro energético que debe ser producto de la Planta de Fraccionamiento y los productos elaborados con materias en La Convención; acabar con el monopolio de la ruta a Machupicchu e integrar Urubamba y Anta al sistema; el tren metropolitano y subterráneo en Cusco ciudad; construir el tren del corredor minero de las provincias altas, para que los encapsulado no destruyan las tierras de las comunidades; integrar Cusco a Puno y Arequipa con una vía moderna; inversión que no la harán los privados, tiene que ser público, como lo es en todos los países desarrollados del mundo.
Eso son los retos y tareas del momento, tenemos que recuperar memoria histórica, así lucharon nuestros abuelos para que llegara el tren hasta Sicuani, luego al Cusco, posteriormente a Quillabamba; con el tren llega el desarrollo industrial, los servicios, el turismo, entre otros. Nadie nos regalará los proyectos, pero a estas alturas no necesitamos chatarra, debemos ingresar a un tren que use la tecnología y la ciencia.
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