NUEVO GOBIERNO REGIONAL DEBE CONSTRUIR EL TELEFERICO DE MACHUPIQCHU

Ante el secuestro monopólico y corrupto del santuario:

NUEVO GOBIERNO REGIONAL DEBE CONSTRUIR EL TELEFERICO DE MACHUPIQCHU

Por: Jesús Manya Salas.

El Santuario de Machupiqchu, hace varias décadas, está secuestrado por dos grandes monopolios: una transnacional, la de los trenes, y otro monopolio nativo, el de los carros; ambos imponen sus precios —nunca funciona la oferta y demanda del llamado mercado—, tasas de ganancia alta e incluso no pagan impuestos, que solo favorecen a unos cuantos, mientras que las comunidades del distrito, los ciudadanos del Cusco y del Perú no reciben nada de nada, a pesar de que el Santuario es un Patrimonio Cultural de todos los peruanos y la humanidad.

El Perú y el Cusco, por concepto de canon y regalías, reciben el dinero de las empresas que explotan y comercializan el gas, electricidad, minería, pesquería; pero curiosamente, de los millones de dólares que genera el Santuario de Machupiqchu vía ferrocarril u ómnibus, no recibe un solo centavo y, por tanto, no hay redistribución en los pueblos y comunidades del distrito; tampoco llega algo a las municipalidades de Urubamba y menos a la región del Cusco; tanto así que tampoco hay canon del turismo, entre otros abusos.

Hasta el dinero que cobran por el ingreso al Santuario, gracias a la traición de Werner Salcedo, se lo lleva su socia Dina Boluarte y el centralista Ministerio de Cultura, dejando desfinanciada hasta la puesta en valor y mantenimiento de Machupiqchu, conforme han denunciado los trabajadores de la DDC Cusco.

Las concesiones al monopolio del tren y de los ómnibus fueron realizadas en los oscuros tiempos de la corrupción fujimorista; por eso tienen todas las gollerías que han permitido, ventajas que se reproducen con cada gobierno nacional y con alcaldes de Urubamba y Machupiqchu.

Es hora de romper con los monopolios, recuperar el ferrocarril para el pueblo del Cusco y del país; en el caso de los ómnibus, frente al actual interés del viejo monopolio de perpetuarse en el poder, con leguleyadas, trampas y otras coimas, corresponde que las organizaciones del Cusco, las municipalidades de Urubamba, las autoridades regionales, empecemos a colocar en la agenda regional la CONSTRUCCIÓN DEL TELEFÉRICO DE MACHUPICCHU, con los siguientes objetivos:

Garantizar un transporte del pueblo hasta el Santuario de manera segura, ambientalmente y socialmente responsable; el Santuario no puede ni debe estar secuestrado por ningún monopolio privado como hasta ahora.

· El nuevo Gobierno Regional y las municipalidades de Urubamba deben tomar la iniciativa de conformar un plan y un proyecto para elaborar un expediente público-privado del teleférico, público por la participación del Estado peruano vía municipios y privado por la vía de abrir una sociedad comunitaria con acciones de los ciudadanos de Urubamba y Cusco. Modelo empresarial que difiere del monopolio privado, que, aprovechando la actual crisis, busca meter sus narices explotadoras.

· El Santuario de Machupiqchu es un patrimonio cultural, que requiere el tratamiento especializado, su defensa y preservación; pasa porque el Congreso Nacional aprueba una ley, que abra las puertas a ese modelo empresarial social. Si para eso se deben modificar los artículos económicos de la vieja constitución, debe asumirse esa posibilidad, entendiendo que el actual Congreso ha modificado más de 70 artículos para favorecer a sus patrones privados.

· La sociedad regional, sus colegios profesionales y organizaciones populares están en la obligación de fijar una posición en defensa del Santuario de Machupiqchu, primer paso con el teleférico para luego avanzar en la recuperación de la línea ferroviaria.

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