miércoles, 30 de julio de 2025

Machu Picchu: turismo, privilegios y competencia imperfecta


 Machu Picchu[i]: turismo, privilegios

y competencia imperfecta

Vidal Pino Zambrano

Exdirector de Cultura Cusco, consultor y profesor universitario

Machupicchu, símbolo del patrimonio andino y principal atractivo turístico del Perú, posee un valor universal excepcional que trasciende lo material. Su fuerza radica en ser un enclave sagrado de profunda significación espiritual, capaz de conectar al visitante con la cosmovisión andina y con una experiencia única de contemplación del paisaje y de la memoria ancestral. Este carácter simbólico y mágico constituye el núcleo de su atractivo global.

Sin embargo, esta riqueza espiritual ha sido instrumentalizada dentro de un modelo económico cerrado y rentista, que ha subordinado el interés patrimonial y social a la lógica de la maximización de su explotación. En este artículo se analiza, desde la teoría económica, cómo un bien cultural y sagrado como Machupicchu ha sido capturado por estructuras monopólicas, y por qué su valor no puede ni debe ser tratado como una simple mercancía en el mercado turístico global.

Bien escaso, pero no mercancía: el malentendido económico

Desde la teoría económica, Machupicchu puede entenderse como un bien escaso de oferta fija: no puede reproducirse, ni escalar su capacidad sin afectar su integridad. Sin embargo, su valor simbólico y espiritual lo convierte en algo mucho más que un activo turístico. Es un bien cultural singular, con externalidades sociales, ecológicas y emocionales que trascienden cualquier lógica comercial.

Tratar Machupicchu como mercancía equivale a ignorar su carácter sagrado, su vínculo con la identidad andina y su rol como bien del patrimonio mundial. Este tipo de bienes —irreproducibles, cargados de significación, y con funciones colectivas— no responden adecuadamente a los mecanismos del mercado, que asigna recursos según capacidad de pago y no según valor cultural o sentido espiritual.

Oferta limitada y demanda creciente: el caldo de cultivo para la distorsión

La alta demanda internacional por Machupicchu, impulsada por su valor simbólico y reconocimiento mundial, choca contra una oferta rígida: el área nuclear de la llaqta no puede ampliarse ni multiplicarse. Este desequilibrio genera escasez relativa y eleva el precio de servicios relacionados con su acceso.

Sin embargo, el problema no es solo el encarecimiento, sino la instalación de barreras burocráticas, concesiones privilegiadas y monopolios fácticos que restringen la competencia, controlan el ingreso y convierten el patrimonio en fuente de renta para unos pocos en contra de la conservación del sitio.

Uno de los casos más evidentes es CONSETTUR[ii], que monopoliza el transporte entre Aguas Calientes y la llaqta. A ello se suma el contrato ferroviario exclusivo de FETRANSA, quien decide que nuevos operadores pueden operar en la vía. El resultado es una estructura cerrada, ineficiente y excluyente, disfrazada de pluralidad.

Base conceptual: Entre el espejismo del mercado, la lucha simbólica, la exclusión territorial y el desgobierno multiactor.

El caos actual en torno al acceso, la gestión y la distribución de beneficios turísticos en Machupicchu exige una lectura estructural que vaya más allá de los síntomas inmediatos. Esta lectura se enriquece al articular cuatro enfoques teóricos complementarios: la economía del bienestar (y sus distorsiones), la teoría de los bienes comunes, la sociología del poder simbólico y la teoría de la justicia espacial y la exclusión territorial. Cada uno aporta herramientas fundamentales para comprender por qué, a pesar del enorme valor cultural, económico y ambiental del sitio, el resultado es ineficiencia, conflicto, desigualdad y deterioro.

1. El espejismo del mercado: superávit privado, pérdida social

Según la economía neoclásica, los mercados tienden, bajo competencia perfecta, a asignar eficientemente los recursos, generando superávit para consumidores y productores. Sin embargo, el caso de Machu Picchu se aleja radicalmente de este ideal teórico, debido a fallas estructurales de mercado y a una intervención estatal débil o cooptada.

       Superávit del consumidor distorsionado: en lugar de beneficiar a quienes valoran auténticamente la experiencia cultural y espiritual del sitio, el acceso se define por el poder adquisitivo o la capacidad de tolerar condiciones adversas (desinformación, saturación, maltrato). Esto excluye a sectores de menores ingresos —particularmente turistas nacionales, escolares o poblaciones andinas— y convierte el patrimonio en un privilegio, rompiendo su vocación universal.

       Superávit del productor concentrado: aunque el principal "productor" del bien es el Estado peruano, responsable de su conservación, los mayores beneficios económicos son capturados por empresas corporativas (negocios locales de Aguas Calientes, ferrocarrileras, agencias de turismo informales), muchas de las cuales no asumen responsabilidad ambiental ni cultural. Este desequilibrio reproduce un esquema de rentismo extractivo: en lugar de invertir en calidad, sostenibilidad o diversificación, los actores dominantes se limitan a preservar sus privilegios y bloquear la entrada de nuevos competidores. En tal sentido resulta difícil llamarlos empresarios.

       Captura normativa y falla estatal: lejos de corregir estas distorsiones, el Estado —en sus niveles local, regional y nacional— ha reforzado el statu quo mediante normas que, bajo el pretexto de proteger el patrimonio, terminan blindando intereses particulares. La falta de visión estratégica y la debilidad institucional han permitido que el modelo turístico sea capturado por lógicas corporativas y clientelares que distorsionan el interés público.

2. La tragedia de los comunes: sobreexplotación sin regulación

Garrett Hardin (1968) advirtió que cuando un recurso limitado y compartido carece de regulación colectiva, tiende a ser sobreexplotado por actores individuales que buscan maximizar su beneficio sin internalizar el costo social acumulado. Machu Picchu es hoy un caso paradigmático de esta "tragedia de los comunes":

       El acceso, el transporte, el boletaje, la gestión de residuos, la señalética y la infraestructura turística están fragmentados entre múltiples actores, sin una gobernanza técnica ni visión de conjunto.

       Cada entidad —sea pública, privada o comunal— actúa según lógicas parciales, sin asumir responsabilidad integral por el sistema.

       Esto genera congestión crónica, deterioro ambiental, conflictos sociales y pérdida de valor patrimonial, afectando la sostenibilidad a largo plazo.

 

3. Campo simbólico y lucha de poderes: la disputa por el capital de Machu Picchu

Desde la sociología de Pierre Bourdieu, Machupicchu no solo es un recurso económico, sino también un campo simbólico donde distintos actores luchan por controlar los relatos, las rentas y las decisiones sobre el sitio. En este espacio confluyen distintas formas de capital: económico, político, social y simbólico.

       El Estado central, el Gobierno Regional del Cusco, las comunidades campesinas[iii], los operadores turísticos, los municipios locales y los ministerios sectoriales compiten —abiertamente o de forma encubierta— por el control de la llaqta.

       Bajo discursos de “desarrollo regional”, “soberanía cultural” o “defensa del patrimonio”, se esconden -la mayor parte de veces- intereses corporativos, gremiales o clientelistas.

       El resultado es una gobernanza caótica y fragmentada, donde las decisiones se bloquean mutuamente, no se establecen reglas claras y no se logra construir una autoridad legítima capaz de articular una visión común.

4. Justicia espacial y exclusión territorial: los actores invisibles del patrimonio

Una lectura desde la justicia espacial (Lefebvre, Harvey, Sen) permite visibilizar una de las paradojas más graves del modelo actual: las comunidades aledañas, históricas ocupantes y custodias del territorio, son sistemáticamente excluidas de los beneficios, las decisiones y las oportunidades.

       La participación comunal suele entenderse en términos folklóricos o asistencialistas, no como actores económicos reales. Su rol se reduce a proveedores marginales o instrumentos de legitimación simbólica, sin acceso real a las rentas ni al diseño de políticas.

       La inserción productiva de las comunidades en la cadena de valor turística —vía emprendimientos formales, asociaciones estratégicas o gestión territorial compartida— sigue siendo limitada y fragmentaria.

       Esta exclusión alimenta el descontento, la desafección y la deslegitimación institucional, generando un ciclo de conflictos sociales y oportunidades perdidas. Incluirlas no es un acto de caridad, sino una condición estructural para la sostenibilidad territorial y cultural del sitio.

En conjunto, se ha ido consolidando una economía rentista en torno a Machupicchu: tanto grandes corporaciones como pequeños comerciantes —todos, como dice el tango, “revueltos en el mismo fango”— participan de un sistema donde las rentas derivadas del control del acceso al sitio no provienen de la innovación, la inversión productiva ni la mejora de servicios, sino de la conservación de privilegios[iv]. Esta estructura de competencia imperfecta, con escasa movilidad de actores y alta captura de rentas, produce un mercado ineficiente, excluyente y altamente lucrativo para quienes detentan el control institucional y económico del territorio.

La distorsión como estrategia: escasez simulada y captura de rentas

Lo que ocurre en Machupicchu no puede explicarse como una simple falla de mercado: se trata de una distorsión deliberada y estructural. Se ha construido artificialmente una sensación de escasez mediante la imposición de cupos, exclusividades y restricciones que generan rentas artificiales. El acceso al santuario, a las entradas, al transporte y a los servicios conexos está controlado por redes institucionales que operan más como oligopolios o carteles, que como un mercado competitivo y abierto.

Lejos de fomentar un sistema de acceso diverso e inclusivo, se penalizan las rutas alternas —como Santa Teresa, Salkantay o Choquequirao— que no solo carecen de apoyo logístico e institucional, sino que, en muchos casos, son escenario de conflictos internos entre comunidades o actores locales. Estas disputas terminan debilitando las alternativas al circuito oficial y fortaleciendo el modelo hegemónico, cuyos beneficiarios son precisamente aquellos que hoy capturan las rentas generadas por la distorsión del sistema. Esta situación es sostenida, por acción u omisión, por el Estado en todos sus niveles, desde el nacional hasta el local.

En Aguas Calientes, la expansión del negocio turístico convive con un control soterrado del acceso, ejercido por grupos locales que regulan licencias, permisos y servicios mediante mecanismos informales de exclusión. Lo que se ha consolidado, entonces, es una economía cautiva, donde la oferta está restringida, los precios sobredimensionados, la competencia anulada, y la innovación desincentivada. Todo ello bajo el amparo de normativas que legitiman el control rentista utilizando el discurso de la conservación ambiental y la protección del patrimonio cultural de la humanidad. Por su parte, el municipio local no cuenta con la capacidad de aplicar sus propias normas y los límites del pueblo se siguen ampliando de manera horizontal y vertical en contra de la normativa vigente.

¿Quién paga el costo de esta estructura? Visitantes y comunidades

Por un lado, tanto los turistas internacionales como los visitantes nacionales sufren las consecuencias de un modelo que inflaciona precios y restringe servicios, transformando una experiencia patrimonial que debería ser accesible y enriquecedora en un consumo exclusivo, saturado y limitado. Por otro lado, quienes se apropian de las rentas derivadas de este sistema —aunque se presenten como defensores del patrimonio— están lejos de promover un modelo de desarrollo sostenible.

Desde el Estado se han planteado diversas formas de intervención. Entre ellas destacan el estudio sobre capacidad de carga turística vigente, que establece un número máximo de visitantes que la llaqta puede recibir sin comprometer su conservación, el mismo que cuenta con la necesidad de implementar un Centro de Visitantes en la base de Machupicchu, que permitiría diversificar las rutas y reducir la presión directa sobre el sitio, siguiendo modelos aplicados en otros patrimonios mundiales.

No obstante, estos buenos propósitos chocan con una realidad estructural: la población de aguas calientes, malinformada por sus autoridades locales e intereses obscuros, se opone a este tipo de intervenciones que permitiría cumplir con las necesidades de ordenamiento y control del flujo de visitantes, además de convertirse en un ejemplo de desarrollo sostenible. Un ejemplo concreto es que hoy una parte de la venta de boletos se realiza exclusivamente en el pueblo de Aguas Calientes, lo que obliga a los visitantes a desplazarse hasta allí y a prolongar su permanencia, generando un consumo forzado en hospedajes, restaurantes y comercios locales, los mismos que manejan precios muy por encima de las posibilidades del peruano de a pie y, en su gran mayoría no tributan de acuerdo a Ley. Esta medida no busca dinamizar la economía local, sino aumentar y concentrar el número de accesos de manera irregular y bajo ciertas condiciones que benefician a quienes ya ejerce control sobre el circuito turístico, generando una experiencia caótica y desagradable para los turistas.

Así, lo que podría parecer una solución organizativa o de ordenamiento turístico, en realidad refuerza una economía cautiva, donde el visitante pierde capacidad de decisión y el acceso al patrimonio es condicionado a la adquisición de servicios con altos costos sin que INDECOPI se pronuncie al respecto. La reciente autorización para vender mil boletos[v] adicionales por día agrava este esquema, alimentando un círculo vicioso: a más visitantes, mayores ingresos para los mismos actores, sin que ello implique una mejora en la calidad del servicio, la distribución territorial de beneficios ni la sostenibilidad del sitio.

Reflexiones para un modelo renovado: avanzar con equilibrio

La transformación del modelo turístico de Machupicchu debe partir de una convicción profunda: la interiorización colectiva de su valor excepcional, no solo como patrimonio cultural, sino como símbolo de equilibrio entre naturaleza, historia y espiritualidad. Más allá del cumplimiento formal de normas —como la Ley del Patrimonio Cultural, la Ley de Participación Ciudadana o las recomendaciones de la UNESCO—, lo fundamental es reconocer y asumir la responsabilidad compartida de proteger y proyectar ese valor hacia el futuro.

A partir de esa conciencia, es posible construir un modelo turístico más abierto, inclusivo y eficiente, que supere la concentración de decisiones y beneficios, y que genere nuevas oportunidades productivas y vivenciales en todo el territorio, en armonía con la preservación del Santuario.

El eje clave: abrir rutas para generar iniciativas

El objetivo no es reivindicar rentas por cercanía geográfica, sino crear condiciones reales para que emerjan iniciativas que mejoren la experiencia del visitante, diversifiquen la oferta de servicios y fortalezcan la sostenibilidad del destino.

Esto requiere abrir rutas —físicas, institucionales y económicas— que conecten a más actores con la dinámica turística, permitiendo que comunidades, municipios, iniciativas y emprendedores desarrollen propuestas innovadoras y competitivas, tal como se había desarrollado en sendos documentos (Machupicchu Integral, Plan Maestro, Nueva Visión del Santuario, entre otros) y se venía implementando hasta mediados del año 2022.

Entre las alternativas se deberían considerar las siguientes acciones

       Ampliar la participación efectiva de los territorios colindantes —sin excluir a Machupicchu Pueblo, Santa Teresa, Yanatile, Mollepata y Ollantaytambo en la vertiente derecha al rio Vilcanota— en el diseño de rutas, normas de acceso y oferta turística. Esta participación debe entenderse como un mecanismo para generar valor compartido, no como una concesión simbólica o rentista.

       Fomentar la diversificación territorial del turismo, integrando corredores como Santa Teresa, Choquequirao, Mollepata, provincias de Calca, Anta, Urubamba y La Convención a fin de redistribuir la carga turística, prolongar la estadía promedio y enriquecer las experiencias culturales, naturales y vivenciales.

       Eliminar barreras burocráticas y normativas que hoy limitan la aparición de nuevos servicios y emprendimientos locales, garantizando estándares de calidad sin bloquear la innovación ni proteger privilegios existentes.

 

Gobernanza abierta, inversión inteligente, desarrollo territorial

La reforma del modelo turístico de Machupicchu no debe entenderse como una amenaza a lo ya alcanzado, sino como una oportunidad para evolucionar hacia un ecosistema más diversificado, participativo y sostenible.

Lo esencial no es “repartir la renta”, sino abrir caminos para que más actores aporten valor, mejoren los servicios, innoven en las experiencias ofrecidas y fortalezcan el vínculo entre patrimonio y desarrollo territorial.

Un modelo renovado exige una gobernanza colaborativa, donde confluyan el Estado, las comunidades, el sector privado, la sociedad civil y la cooperación internacional. Esta articulación debe guiarse por principios claros y orientadores:

       Promover una conciencia compartida sobre el valor excepcional de Machupicchu y su entorno, como base para decisiones coherentes y coordinadas entre los distintos actores, orientadas a la conservación, el respeto intercultural y el desarrollo sostenible del territorio.

       Sostenibilidad ecológica, para garantizar la protección efectiva del Santuario y su entorno natural.

       Equidad productiva, para generar oportunidades económicas más allá del eje tradicional Cusco–Aguas Calientes.

Asimismo, resulta clave renegociar concesiones estratégicas, especialmente en los sectores de transporte y acceso, a fin de garantizar condiciones de competencia, mejorar la calidad del servicio e incorporar nuevos actores bajo reglas claras, inclusivas y transparentes.

 



[i] Es necesario distinguir entre las distintas escalas territoriales de Machupicchu: el Santuario Histórico comprende 37,302 hectáreas; dentro de él, la denominada "llaqta" ocupa unas 700 hectáreas; y, a su vez, el área nuclear de visita intensiva —la zona arqueológica monumental— abarca apenas 10 hectáreas. Esta precisión espacial es clave para entender los alcances de la protección patrimonial y los límites de la gestión turística. De otro lado, la venta de 1,000 boletos diarios para el ingreso a la llaqta, en el pueblo de Aguas Calientes, promovida en los últimos años, carece de sustento legal y continúa en la nebulosa de las normas vigentes, pese a afirmaciones oficiosas que intentan justificarla.

[ii] Cuyo contrato de concesión vence en setiembre de 2025.

[iii] No existen comunidades campesinas ni pueblos originarios en el Santuario Histórico de Machu Picchu, pero si en los distritos aledaños.

[iv] Es lamentable que la llaqta de Machu Picchu no tenga una planta de tratamiento de aguas servidas y el desagüé del hotel se vaya directamente al río Vilcanota.

[v]Únicamente de manera referencial se pone esta información Según cifras del año 2020, la capacidad máxima diaria de Machupicchu era de 5,600 visitantes. Ese año, el día más bajo registró 2,180 ingresos, mientras que el día más alto alcanzó los 6,129. El promedio anual fue de 4,124 visitantes diarios, con un promedio mensual mínimo de 2,953 y un máximo mensual de 5,280. En el 2007 ingresaron aproximadamente 650 mil visitantes y en el 2020 más de un millón y medio.

 

lunes, 21 de julio de 2025

PORQUÉ ES NECESARIO UN TREN DEL CUSCO Y EL MACRO SUR.


 
PORQUÉ ES NECESARIO UN TREN DEL CUSCO Y EL MACRO SUR.

En el Perú y en América Latina, se esta desarrollando una reubicación o recomposición económica, política, productiva, territorial, comercial y energética, entre ellas el transporte como uno de los pilares de estos cambios en el nuevo horizonte mundial.

El anunciado Tren Bio amazónico entre China y Brasil es parte de esa tendencia; las rutas de ese proyecto fueron y siguen siendo un espacio en disputa; inicialmente el proyecto era Brasil, Argentina, Bolivia y Chile; sin embargo con el Puerto de Chancay se ha modificado la ruta, priorizando la salida por el Perú, ahora el debate en el país si es por la ruta por Pucallpa o por el Macro Sur en este caso Cusco como parte del nuevo diseño; lamentablemente ni el Gobierno Nacional y tampoco el GORE tiene una posición al respecto.

En el Macro Sur existe un sistema ferroviario instalado: Cusco, Puno y Arequipa, concesionado por el fujimorismo a la empresa que administra las rieles y la otra los trenes o coches, ambos teniendo como socio principal a López Aliaga y otros.

Por razones de rentabilidad, la ruta Cusco-Machupicchu es la que funciona y es la operativa, como dicen la carnecita entre los huesos, en cambio la ruta Cusco-Puno-Arequipa se encuentra totalmente subutilizada y abandonada; no tiene servicios sociales de pasajeros, demostrando que no hay interés y menos compromiso con una mejoría y modernización de dichos servicios.

Sin embargo como China ha entrado en América Latina y Perú en la disputa; desde los EEUU existe la orden de paralizar y enfrentar el proyecto ferroviario nuevo; por estas razones es que aparecieron los trenes chatarras como supuestamente obsequios, pero que en realidad son compras hechas desde la Municipalidad sin los expedientes, y convocatorias licitaciones que debe tener una inversión de esta naturaleza; como Porky cree que está en su chacra ahora incluso publicita y ofrece, supuestamente un tren de cercanía de Urcos a Cusco, con esas máquinas inservibles.

El tema del tren en el Macro Sur no es nuevo en el debate. Debe ser retomado con seriedad y responsabilidad por las autoridades, instituciones y organizaciones. No se puede seguir permitiendo la insensibilidad empresarial de FETRAN, que abandonó la reconstrucción de la vía de Machupicchu a Quillabamba después de que un huayco destruyera las líneas férreas hace más de tres décadas.

El nuevo escenario económico y productivo ha vuelto al transporte seguro, económico, ambientalmente responsable, masivo y veloz, con los trenes eléctricos, dejando de lado y reemplazando a los trenes diésel, así se vienen modernizando los trenes en México, Ecuador, Chile, entre otros.

Desde el lado de la integración regional y macro regional el Cusco se encuentra altamente fragmentada territorial y económicamente. La Convención respecto al Cusco solo tiene la carretera costosa y técnicamente peligrosa, por cuya razón la salida a mercados de sus productos es costoso; provincias altas camina por su lado y su salida económica y productiva es hacia Imata en Puno y Arequipa; la vía Cusco - Puno totalmente saturada por la cantidad de carros, en tanto que no hay un transporte masivo, económico y seguro como era antes el tren.

El uso de la electricidad generada por las plantas térmicas del Gasoducto Sur Andino, precisamente debe apuntar a constituirse en la plataforma energética del nuevo tren, para abaratar los costos y reemplazar el diésel por la energía eléctrica, como lo hacen todos los trenes modernos en Europa, Asia, entre otros.

El Cusco como CIUDAD METROPOLITANA en desarrollo, para superar su actual colapso del transporte público, el caos en el desarrollo urbano, el alto centralismo respecto a las provincias circundantes, la necesidad de tener una ciudad limpia ambientalmente, la necesidad de defender la ciudad patrimonio de la tugurización, necesita UN TREN METROPOLITANO SUBTERRANEO, como tienen todas las capitales y centros mundiales como Paris, Roma, Moscú, México y recientemente Quito en Ecuador; la solución del Cusco no pasa por señalización de rutas u horarios, eso esta colapsado y saturado, se requiere una solución de fondo.

No haber construido el METRO EN LIMA oportunamente, cuando en Buenos Aires existe hace más de 100 años y en Santiago de Chile hace más de 50 años, así como en todas las capitales de América Latina, termino por destruir la ciudad y ahora resulta más caro y técnicamente cada más complicado construir ese sistema de transporte; el Cusco no debe repetir ese tremendo error estratégico, estamos a tiempo de salvar a nuestra ciudad. Algunos dicen que es mejor un cableado de teleféricos como en la Paz - Bolivia, pero no entienden que eso no es posible en Cusco, por su condición de ciudad Patrimonio Cultural, que tiene un conjunto de bienes que no se pueden ser superpuestos por cableado y cabinas.

Necesitamos una mirada estratégica, avanzar hacia un SISTEMA REGIONAL Y MODERNO DEL TRANSPORTE FERREO; ampliando la línea hasta Kepashiato el centro energético que debe ser producto de la Planta de Fraccionamiento y los productos elaborados con materias en La Convención; acabar con el monopolio de la ruta a Machupicchu e integrar Urubamba y Anta al sistema; el tren metropolitano y subterráneo en Cusco ciudad; construir el tren del corredor minero de las provincias altas, para que los encapsulado no destruyan las tierras de las comunidades; integrar Cusco a Puno y Arequipa con una vía moderna; inversión que no la harán los privados, tiene que ser público, como lo es en todos los países desarrollados del mundo.

Eso son los retos y tareas del momento, tenemos que recuperar memoria histórica, así lucharon nuestros abuelos para que llegara el tren hasta Sicuani, luego al Cusco, posteriormente a Quillabamba; con el tren llega el desarrollo industrial, los servicios, el turismo, entre otros. Nadie nos regalará los proyectos, pero a estas alturas no necesitamos chatarra, debemos ingresar a un tren que use la tecnología y la ciencia.

martes, 15 de julio de 2025

EL PERU NECESITA TRENES MODERNOS Y SEGUROS, NADA DE PORKY CHATARRAS

 


EL PERU NECESITA TRENES MODERNOS Y SEGUROS, NADA DE PORKY CHATARRAS

 Cuando descuartizaron y remataron como chatarra el sistema ferroviario del centro y el sur del país, lo hicieron con la finalidad de favorecer con la privatización, a los nuevos mafiosos y corruptos que surgieron con el fujimorismo, como es el caso de López Aliaga y sus socios, que cargaron con ferrocarriles y hoteles de turistas.

 Argumentaron que con la privatización, se iba a modernizar y extender el sistema ferroviario, pero al contrario, solo funciona la carnecita del negocio que es Cusco-Machupicchu, el resto de rutas fueron desmanteladas y el uso de las rieles, pronto fue abandonada, como en el caso de Cusco-Puno-Arequipa, en que el tren dejó de funcionar como transporte masivo y de vez en cuando es usado solo para el turismo o el transporte de hidrocarburos.

 En la actualidad, también están abandonadas las estaciones, sin mantenimiento los tramos de rieles, tampoco llegaron locomotoras y coches nuevos, salvo para la ruta más cara que es la de Machupicchu.

 Por efecto del huayco y las lluvias fue destruido el tramo de Machupicchu - Quillabamba y nunca fue restituido ni por la empresa concesionada y tampoco por el Estado peruano, incluso algunos avivados transportistas financiaron la desaparición de las rieles, para garantizar su negocio, así la provincia más importante fue marginada de un transporte masivo.

 PORKY Y SUS CHATARRAS ES UNA ESTRATEGIA MONOPOLICA Y GRINGA

Todavía algunos ingenuos, que piensa que Porky es un empresario con mirada de futuro, es al contrario, un servil a la estrategia de los grandes; que busca rellenarnos de chatarras el país, cuando desde hace unas décadas se viene discutiendo la modernización del sistema ferroviario en el continente: México ha modernizado el metro del Distrito Federal e inaugurado el Tren Maya; Quito a inaugurado su tren metropolitano y subterráneo hace poco; Chile viene trabajando aceleradamente el tren desde Arica hasta el sur y sus ciudades australes.

 Brasil y China acaban de suscribir el proyecto del Tren Bioamazónico, que unirá el Atlántico y el Pacífico, inmediatamente el Gobierno y los ministros de Porky la han rechazado, supuestamente porque no fueron consultados, etc etc, sin embargo la verdad es que Donald Trump ha ordenado a sus empleados y marionetas, a oponerse a cualquier inversión China, por el miedo que tienen a la disputa de los mercados internacionales.

 No resulta casual entonces la llegada de las chatarras de los EEUU, supuestamente obsequiado cuando se trata de compras sobrevaloradas, sin estudios y proyectos de uso, que ha terminado por colapsar y descarrilarse en su paseo inaugural en Lima, demostrando objetivamente que se trata de un montón de fierros usados, contaminante y que no tienen ninguna seguridad.

 Lamentablemente esa es la visión que tiene Porky con los trenes, chatarra para el pueblo y uno lujoso para su negocio.

 ES NECESARIO UN SISTEMA FERROVIARIO MODERNO Y SEGURO

 En el marco del reordenamiento productivo y económico en la humanidad, el Perú debe superar si visión primario exportadora, acabar con el centralismo y sobre todo integrar a las regiones a un proyecto nacional; para ello es necesario un sólido sistema de transporte masivo, seguro, barato y ambientalmente responsable que es el tren, junto a una adecuada plataforma energética de gas y electricidad.

 Hace un tiempo se viene discutiendo la necesidad del tren que una Tumbes con Tacna, los trenes transversales de Iquitos-Piura, la modernización del Cusco-Puno-Arequipa, la ampliación de Cusco – La Convención – Kepashiato y la nueva propuesta del tren Bioamazónico Brasil-Perú y que tiene proyectado pasar por Cusco o Pucallpa.

 Es ante este contexto que necesitamos debatir los pueblos del Macro Sur, exigiendo la discusión y aprobación de un programa para modernizar y actualizar un sistema ferroviario nacional, macro regional y regional; no podemos estar sujetos al negocio privado de un rentista como es Porky y compañía.

 El Cusco como ciudad por otro lado, necesita construir un tren metropolitano subterráneo que resuelva definitivamente el reordenamiento urbano y el transporte, garantizar la seguridad ambiental con los sistemas pluviales y hervidos de las aguas residuales, integrar las provincias con la ciudad metropolitana, dar seguridad a los usuarios, entre otros temas. Estos son los temas de fondo desde la perspectiva regional del Cusco.







lunes, 14 de julio de 2025

MONOPOLIOS MINEROS GENERAN Y PROMUEVEN LA INFORMALIDAD

 


 MONOPOLIOS MINEROS GENERAN Y PROMUEVEN LA INFORMALIDAD

La represión y la muerte de los protestantes, nunca resuelve los conflicto, por el contrario enerva y potencializa la polarización y la violencia; no se puede resolver el problema de la minería artesanal y la minería informal, desde la represión y sin abrir un mecanismo de diálogo, que permita resolver el conflicto en el centro del problema.

 Los mineros artesanales e informales, de acuerdo a datos reales, sobrepasan a más de trescientos mil productores en las distintas regiones, de los cuales apenas veinte mil son formales.

 La informalidad surge y actúa en aquellas regiones como en el norte y en el sur del Perú, donde las grandes mineras privadas tienen las concesiones del subsuelo, que abarcan provincias y distritos completos, incluso santuarios y plazas públicas de capitales de provincias y distritos.

 Esa contradicción entre pobladores dueños del suelo y los territorios y las grandes empresas monopólicas propietarias del sub suelo, abre y es el punto de partida de la contradicción no resuelta desde hace mucho tiempo.

 En la gran mayoría de casos, los mineros artesanales y otros informales, actúan vía alquiler, entrega de minerales, contraprestación de servicios con las grandes empresas, los casos en Pataz y otros lugares son elocuentes; estas grandes empresas entregan o alquilan el subsuelo a terceros y estos mineros, tienen que llevar sus minerales a las grandes chancadoras y trituradoras, que también son de propiedad de las grandes empresas. Las piedras extraídas en el corredor minero del Cusco y Apurímac, siempre terminan comercializadas a las trituradoras ubicadas en Arequipa, que son de propiedad de las grandes empresas, que actúan formalmente en dichas provincias.

 Por tanto no habría informalidad, sin las grandes empresas formales, no propiciaran y vivieran de esa minería informal, que de boca para afuera dicen combatir.

 La informalidad, teóricamente es combatida por el Gobierno Nacional y por las grandes mineras, pero estas captan y comercializan los minerales de los informales, lo hacen con economías y contabilidades paralelas, por cuanto ese oro, plata y cobre que exportan, no entran en el cálculo oficial para deducir las regalías mineras, con lo cual se evade millones de soles y se entrega menos regalías a las regiones, provincias y distritos de la minería; en el corredor minero del Cusco, ha caído la extracción en las grandes mineras, pero siguen exportando el mismo volumen, solo que el proveniente de la minería informal no es informada para el cálculo de las regalías.

La solución pasa entonces, por revisar en conjunto las concesiones regaladas a las grandes empresas, que se han apropiado del subsuelo de comunidades, provincias, iglesias, santuarios, plazas y calles de capital de provincias y distritos; no puedes exigir formalidad al pequeño artesano y comunero, cuando guardas silencio frente a dicha asimetría y expropiación del subsuelo de los peruanos. La formalización tiene que ser para los grandes y los pequeños.

 Se trata de formalizar no solo la explotación de los minerales, se debe legislar clara y transparentemente la comercialización de los minerales extraídos, que siempre terminan en las chancadoras y exportadoras de las grandes mineras. Mecanismo a través del cual evaden impuestos y regalías, eluden responsabilidades ambientales, echando la culpa de todos los males a los artesanos e informales.

 La gran minería no canaliza ni el mercado laboral y productivo en las regiones y territorios, tampoco hay transferencia tecnológica; eso origina la desocupación masiva que obliga a sus pobladores a recurrir a la informalidad laboral y productiva; pero cuando estos comuneros ven pasar por sus puertas, miles de tracto camiones llevando su riqueza, sin cambio a nada; porque ese es el carácter de una mina como enclave de materias primas, sin valor agregado y trabajo para su entorno.

 Ese concierto de informalidad promovido por los grandes, requiere el uso de la criminalidad y las bandas, para ejercer presión y obligar a vender sus minerales a las chancadoras y comercializadoras, ese es uno de las razones de los centenares de muertos no esclarecidos; tanto así que la minería ilegal de explotación y comercialización ha superado en recursos a la propia mafia del narcotráfico.

 La solución pasa por resolver el tema de la propiedad, la concesión del subsuelo, la comercialización, el impacto ambiental y laboral, la seguridad de los productores, tarea de gran envergadura que no se puede hacer en el marco de minería de enclaves de materias primas, sino con una política nacional minera de otros signo.

 

domingo, 13 de julio de 2025

SENADORES Y CENADORES EN JUEGO


SENADORES Y CENADORES EN JUEGO

 Los partidos han empezado a despertar, en cuanto a las elecciones nacionales, casi todos estaban más enmarcados en las regionales y municipales:

LLEGA ALFONSO LOPEZ CHAU al Cusco el 19 de julio, buscando consolidar y lanzar su campaña electoral, por cuanto considera que el macro sur sea el punto de partida y el bastión de su opción, para tal efecto desarrollará una caravana en la mañana y una concentración el sábado en la Plaza Santiago desde las 3 p.m. Es importante esta presencia para saber cuál es la posición del candidato presidencial, respecto al gasoducto sur andino, la defensa del Patrimonio Cultural como Machupicchu y Choquekirao, entre otros temas.

PUKA BELLIDO DE CENADOR A SENADOR; el congresista que en sus años universitarios era un prominente radical, para convertirse en cerronista en las elecciones, castillistas para asumir la Presidencia de la PCM, luego de haber fracasado en la creación de su partido, a terminado reculando en el partido de la derecha Podemos, con la finalidad de ser el candidato al senado por el Cusco; hecho que ha hecho saltar por los aires, a los dirigentes de Podemos en Cusco, que ya andaban pintando algunas paredes. Claro que el Puka luego de su paso de radical a una cobardía política con Pedro Castillo, tiene pocas probabilidades de ser electo a senador, aunque soñar y con tenar no pierde nada.

EN EL APRA Y ACCION POPULAR LOS CANDIDATOS A SENADORES SON: Lucho Wilson hace tiempo que visita provincias, participa en actividades internas del Apra, con miras a postular al senado por el partido de Alan García y como parte de la corriente de Jorge del Castillo. Del mismo modo Armando Villanueva reactiva a las alicaídas bases de Acción Popular, luego de la actuación desastrosa de los niños de AP,  en el Congreso Nacional como sostén del cogobierno de Boluarte.



jueves, 10 de julio de 2025

LA BATALLA POR EL GASODUCTO SUR ANDINO CONTINUA

GOBIERNO QUIEBRA LA SEGURIDAD ENERGÉTICA Y EL DESARROLLO NACIONAL


LA BATALLA POR EL GASODUCTO

SUR ANDINO CONTINUA

Por. JESUS MANYA SALAS 

Han pasado más de 40 años desde la existencia comprobada de reservas de gas y la exportación de los mismos desde Camisea-Cusco, desde entonces los grupos de poder, han instalado un discurso y una secuencia de hechos, que es necesario recapitular:

 1.     Desde un inicio la prioridad del uso del gas para los grupos de poder, fue la exportación comercial y nunca su uso industrial y productivo en el Perú; así quedó establecida en los contratos de explotación y comercialización con el Consorcio Camisea.

2.     La construcción del gasoducto de Camisea hacia la costa, fue financiada por el pueblo del Perú a través de las facturas en el servicio eléctrico, incluida con garantías del Estado Peruano para el financiamiento internacional; para salir del apuro con el  Cusco, se comprometieron utilizar el mismo mecanismo para financiar el gasoducto sur andino y nunca fue aplicada la modalidad.

3.     El contrato de exportación señala que el consorcio pague $ 2.5 dólares/por millón de BTU de exportación, sin embargo no señala los términos de la reexportación; con este vacío legal comercializan nuestro gas entre 10 a 20 veces más, de acuerdo a los precios fluctuantes del mercado internacional y de esas sobreutilidades no paga ningún centavo de canon.

4.     El pago del canon gasífero tampoco tiene un control y una supervisión del Estado Peruano, la cuantificación de los pagos se hace a partir de la información internacional de comercialización, en varias ocasiones se han desinformado u ocultado los sobreprecios de venta de la reexportación, que no se reflejan en el canon real.

5.      La distribución del canon es un 50% para el Estado Central y un 50% distribuido a la región y municipalidades en el Cusco; mientras que ley es clara en los destinos de inversión en las regiones y municipios; el Ministerio de Economía y Finanzas dispone sin control y prioridad esos recursos; generando ambiciones para recortar el canon regional y municipal, con el argumento de modernizar a las FFAA y FFPP.

6.     Respecto a la construcción del gasoducto, el primer proyecto fue quebrado o dejado de lado, porque su costo de 1,330 millones de dólares no se ajustaba y no estaba garantizada financiera y técnicamente por la empresa; el segundo proyecto de gasoducto estaba sobredimensionada y sobrevalorada con los 7,300 millones de dólares contratados, el proyecto fue paralizado por incumplimiento de las empresas del Consorcio y los escándalos de corrupción.

7.     Esta paralización ha generado una demanda de arbitraje internacional por parte de las empresas del consorcio, ENAGAS de España acaba de ganar el arbitraje y cobrara cerca de 200 millones de dólares de los 500 millones que pretendía; quedando ODEBRECHT y otro que tienen las mismas posibilidades de ganarle al Estado Peruano; la corruptela deja de construir y encima se llevaran recursos del país.

8.     El Consorcio informa que hay un avance financiero del 37% y solo el 11% de avance físico en la obra del gasoducto, la tubería se encuentra embalada en almacenes en todo el territorio, por cuyos almacenes y cuidados se cancela anualmente millones de dólares con fondos del Estado Peruano.

9.     Aprovechando la paralización del Gasoducto Sur Andino, los grupos de poder y sus medios de comunicación, despliegan una intensa campaña mediática: primero para justificar la ampliación del actual gasoducto de Camisea a la costa, para aumentar la exportación; en segundo lugar propagandizan un “gasoducto costero” frente a la “imposibilidad del otro gasoducto en juicio y caro”. Otra tercera falacia es la campaña de señalar que no hay reservas suficientes gas en Camisea, por cuya razón  no se debe construir el gasoducto.

10.           La llamada masificación del gas se ha extendido en Lima y algunas regiones del norte; pero en Cusco, Puno, Apurímac, etc. solo quedaron en simples declaraciones, en tanto que no es rentable traer gas en carros cisternas. Estas ofertas, son asumidas también por algunos gobiernos regionales, para justificar su inacción en la lucha por el gasoducto.

11.           En la AGENDA ACTUALIZADA 2025 DE PROINVERSIÓN para el tema del GASODUCTO, tiene el nombre cambiado por el SISTEMA DE GAS (SITGAS), con un probable calendario del 2027, fecha en que el actual gobierno nacional y los gobiernos regionales, tienen su gestión concluida.

12.           Los gobiernos regionales del Macro Sur, tampoco han mostrado interés y compromiso en trabajar inversiones y proyectos que generen demanda de gas y justifiquen la necesidad del Gasoducto Sur Andino; no tienen proyectos de Petroquímica y polos industriales, tampoco centrales térmicas, plantas de fraccionamiento; ninguna municipalidad tiene un plan de distribución de gas en sus ciudades; en los gobiernos regionales del macro Sur, ha primado su alianza política con Dina Boluarte.

13.           En el caso de Cusco, el GORE han desconocido el proyecto de la Planta de Fraccionamiento de Kepashiato de manera ilegal e irresponsable, para favorecer otra consultoría, hecho que llevará a un nuevo litigio paralizante, de esto es responsable el GORE Cusco.

14.           La sociedad regional, sus instituciones, colegios profesionales, sindicatos y frentes regionales; han vuelto a levantar en su agenda el gasoducto, la industrialización productiva y la construcción de las plantas térmicas En este marco se han desarrollado ENCUENTROS MACRO REGIONALES DEL SUR en la ciudad del Cusco en Enero y Marzo en Arequipa, en el cual aprobaron el PARO MACRO SUR DEL 14 DE MAYO, para exigir la conclusión de Gasoducto y la instalación de una Mesa de carácter vinculante, con capacidad ejecutiva de avanzar en este proyecto.

15.           Este nuevo periodo, ha vuelto a movilizar a las organizaciones en la defensa de su derecho al desarrollo desde el gas y la electricidad; ha colocado en la agenda nacional

A pesar del silencio en las respuestas del gobierno nacional, con la complicidad de los Gobiernos Regionales.

 LA LUCHA POR LA INDUSTRIALIZACIÓN ES PARTE DE LA DISPUTA CON EL NEOLIBERALISMO Y EL CENTRALISMO

 16.           En la humanidad hay un nuevo debate y una nueva pulsación de fuerzas en el terreno económico; entre la propuesta productiva que levantan los países emergentes, que sustentan su fortaleza en la industria, y los países como los EEUU y UE que priorizaron el sistema financiero, los servicios y en el pasado reciente relocalizaron sus industrias en los pueblos periféricos. Trump busca recuperar terreno lanzando una política arancelaria contra sus competidores a la par que regresa a medidas proteccionistas en su economía.

17.           El Perú y AL debe jugar un rol en este proceso de disputa internacional, relanzando una política productiva  e innovadora, como parte de los cambios en la humanidad, para no ser nuevamente marginado como socio minoritario.

18.           El modelo neoliberal, primario exportador se encuentra agotado en el país, si sumamos a ella su carácter parasitario y corrupto que se aplica desde el actual Congreso Nacional, desde cuyo poder se exoneran impuestos, se anulan deudas tributarias, se promocionan la informalidad en diversos sectores, para evitar una salida productiva que requieren las regiones.

19.           El proceso descentralista ha sido frenado por el centralismo desde los anteriores gobiernos nacionales, convirtiendo a los GORE en mesas tramitadoras sin ninguna posibilidad de trabajar proyectos de desarrollo regional; por cuya razón estos gobiernos le hacen el juego al centralismo, como en el caso del Cusco se ha perdido iniciativa en la construcción de la planta de fraccionamiento, las plantas térmicas, carencia de planes productivos y desconocimiento total de la innovación.

20.           Históricamente las crisis fueron resueltas con una nueva fase del desarrollo regional; en los primeros años del siglo pasado con la primera industrialización, con la llegada del tren que permitió el transporte de materia prima elaborada con la lana de oveja hilo de alpaca, cueros, granos; proceso que tuvo la compañía de una reforma universitaria y la movilización comunera en defensa de los indígenas.

21.           La segunda industrialización que llegó como consecuencia del terremoto del Cusco en el año 1950, que obligó a reconstruir la ciudad con el financiamiento del impuesto al alcohol y al tabaco una ley nacional, que permitió la construcción de la Central Hidroeléctrica de Machupicchu, quedó sentada las bases de una reforma agraria, se construyeron las carreteras de salida a Puno, Nazca, así como fue ampliado el tren a La Convención; proceso que permitió el surgimiento de la industria agro alimentaria, la textilería, artesanía, se abrió la gran minería en provincias altas, entre otros productos.

22.           Todo ese aparato industrializador y de las empresas pequeñas y medianas fue quebrado por el modelo aplicado por el fujimorismo, fueron privatizados empresas como: Minería de Tintaya, los hoteles de turistas de Urubamba, Machupicchu, el ferrocarril, electro sur este fue fraccionada para su venta, entre otras.

23.           Esa falta de carácter productivo ha querido ser reemplazado con el discurso de la “industria sin chimenea” que es el turismo, lamentablemente los gremios empresariales, son los propagandistas de dicho discurso, a pesar que el Gas, Minería, Electricidad, son el 65% del PBI regional, seguido por el Comercio 12%, Construcción 10% y con apenas el 6.5% el turismo, que básicamente funciona en Cusco y Urubamba.

24.           Por todas estas consideraciones la lucha por el GAS Y LA ELECTRICIDAD como las plataformas energéticas del desarrollo industrial y la innovación resultan vitales; hay conciencia en la mayoría social por cuya razón esta propuesta se ha convertido en un eje articulador que convoca a los pueblos, provincias y distritos.

25.           En este contexto nuevamente se exige.

a.     La conclusión del gasoducto sur andino, a través de una decisión política del gobierno nacional, la promulgación de una ley de emergencia del Congreso Nacional.

b.     Colateralmente resulta para el caso del Cusco, la construcción de la Planta de Fraccionamiento de Kepashiato y a partir de ella la construcción de dos centrales térmicas en La Convención y en Anta, considerando que tiene un mercado en el corredor minero de provincias altas del Cusco y Apurímac.

c.      Desde la seguridad nacional, debe existir una gasoducto alterno al único existente que va de Camisea hacia Pisco, una simple avería dejaría al 35% de hogares y ciudades de Lima y Norte del país sin electricidad.

d.     Solo con un gasoducto será posible una real masificación del gas en los hogares y grifos para el transporte; pensar en una masificación en camiones cisterna no representa nada significativo en la atención de hogares y resulta caro.

e.      Finalmente el gasoducto sur andino y la generación de electricidad, permite la integración de los pueblos del macro sur, permitiendo la especialidad de sus sectores productivos y económicos con una sólida plataforma energética.

 

 

 


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